Ya habían pasado meses de aquellos encuentros. Seguía en duda de esos forasteros pero todo cambiaria cuando. El diez de enero de 1962, antes que se cumpliera un año de mi último encuentro con los apunianos, un aluvión arrasó el pueblo de Ranrahirca y originó muerte y destrucción. Me acordé que había visto aquel desastre por la pantalla del tiempo, en las naves de los “extraterrestres”.
En el año 1963 ocurrió un acontecimiento inesperado y trágico que conmovió a la humanidad. Fue una copia fiel de lo que yo había visto en la pantalla del tiempo. En el año 1969 el hombre descendía a la superficie lunar, tal como yo había visto en las extrañas naves, casi diez años antes. Y en 1970 la tragedia sorprendió a la ciudad de Yungay y a sus habitantes.
Estas realidades o coincidencias, me obligaron a hablar de aquello sólo para dejar constancia de lo sucedido, sin pensar en las consecuencias que pudieran derivarse de las opiniones de los lectores y de la ciencia.
“TODO POR LOS DEMÁS”